La práctica pre profesional docente es de gran trascendencia en el ámbito educativo y pueden generar mucha efectividad como proceso de aprendizaje, puesto que no solo favorece el desarrollo académico y la consolidación de capacidades, sino también contribuye a su desarrollo personal a través de la incorporación de conocimientos, destrezas y actitudes. Contribuye también al desarrollo del pensamiento o conciencia crítica, la sensibilidad humanista, el adecuado desempeño, la formación de la conciencia social y la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan. Dada la importancia de las prácticas pre-profesionales no deben ser consideradas sólo como un mero requisito para optar por un título o como el esfuerzo solitario de uno o más docentes encargados. Mas bien deben ser forjadas por parte del estudiante, como un espacio de aprendizaje y perfeccionamiento profesional; por parte de la institución que acoge al practicante, como una oportunidad de cumplir con una responsabilidad social ante la comunidad; y por parte como una posibilidad de vinculación con la comunidad y como una estrategia formativa institucional que incluya a directivos, profesores y estudiantes.
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